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Colombia cierra todas sus fronteras durante más de dos meses para tratar de contener el coronavirus

frontera entre Colombia y Venezuela
La frontera terrestre entre Colombia y Venezuela, cerrada, este lunes 16 de marzo. FOTO: AFP

Venezuela declara cuarantena total mientras la crisis fortalece la cooperación diplomática de los países

16 de marzo de 2020 – México – Agencias.

Sudamérica va camino de convertirse en una foto fija. Las fronteras, el acceso de extranjeros, la movilidad, pero también las clases, los eventos culturales y, en última instancia, la agenda política. El presidente colombiano, Iván Duque, dio este lunes un pasó más y anunció el cierre de todas las fronteras -terrestres, marítimas y fluviales- desde mañana hasta el 30 de mayo. La medida impedirá la salida y entrada de “ciudadanos nacionales y extranjeros”. Los colombianos y los residentes podrán ingresar al país por vía aérea. Casi al mismo tiempo, el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, ha decretado la cuarentena total del país a partir de este martes.

La suspensión de la rutina y las restricciones a los desplazamientos abocan a una región acostumbrada a convivir con los sobresaltos a aplazar sus enormes desafíos. El coronavirus ya ha paralizado de alguna manera a la región, a algunos de sus principales países, de Colombia a Argentina, Perú, Venezuela o Bolivia, aun cuando el número de contagios es muy inferior a las cifras que se registran en Europa.

Esa instantánea tiene una excepción en Jair Bolsonaro. Pese a la actitud del presidente de Brasil, que llegó a calificar de “histeria” la preocupación social, el aislamiento y la repercusión de la crisis en las economías locales han llevado a los gobernantes a ensayar fórmulas de colaboración diplomática. En algunos casos, se afianza la cooperación y en otros, por ejemplo en las tensas relaciones entre los Gobiernos de Iván Duque y Nicolás Maduro, la pandemia ha derivado en un recrudecimiento de la tensión.

El cierre de los territorios nacionales no es total pero no tiene precedentes a esa escala. Colombia, Argentina y Perú decretaron el domingo restricciones de entrada para todos los extranjeros no residentes. Antes habían adoptado medidas parecidas Venezuela, Ecuador o Bolivia. El último país en cerrar fronteras ha sido Uruguay, que este lunes decretó cancelar las llegadas desde Argentina e informó que también tomará medidas en su frontera con Brasil. A estas decisiones se suman la imposición de cuarentenas para los retornados, la prohibición de reuniones y actos multitudinarios o el cierre de colegios. Y los aeropuertos se han convertido en uno de los principales focos del malestar de los ciudadanos. El ministro colombiano de Salud, Fernando Ruiz Gómez, tuvo que hacer un llamamiento a la calma ante la avalancha de quejas por la gestión del aeropuerto de El Dorado de Bogotá, uno de los principales nudos de comunicaciones de la región. “Hoy todas las operaciones aéreas en el planeta son de retorno, buscando esencialmente proteger a la población que regresa a sus países de origen”, señaló.

Por la mañana mantuvieron una reunión por videoconferencia los presidentes de Colombia, Chile, Argentina, Ecuador, Perú, Bolivia y Uruguay. Brasil estuvo representado por su canciller. El objetivo, según informó el mandatario peruano, Martín Vizcarra, era valorar y coordinar acciones de contención contra la propagación del virus COVID-19. “Acordamos que juntos saldremos adelante”, dijo. “Revisamos en detalle acciones conjuntas para enfrentar la pandemia de coronavirus”, añadió Iván Duque. A falta de concreción sobre esas medidas, Duque, en permanente pulso con Maduro, anunció el pasado viernes el cierre de los pasos fronterizos con Venezuela. Esa medida, que recibió duras críticas del Gobierno venezolano, no supone en sí una novedad. Debido a la grave crisis política y social del país caribeño y a las tensiones entre Caracas y Bogotá, que apoya sin matices al líder opositor Juan Guaidó y lo reconoce como presidente legítimo, la frontera, la más porosa de América, con más de 2.200 kilómetros repletos de trochas o caminos informales, permaneció cerrada temporalmente en varias ocasiones en los últimos años.

Tensión entre Bogotá y Caracas

En este caso, sin embargo, Duque asegura que lo hace para proteger a la población colombiana. “La capacidad de detección de Venezuela es mínima, la capacidad de administrar la situación es mínima”, se escudó este lunes en una entrevista en la emisora La FM. Y aseguró que no merece la pena trabajar directamente con el Gobierno del país vecino, por lo que prefiere dejar en manos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) las tarea de coordinación. “Desde el régimen [chavista] siempre buscan sacarle provecho político a todo. Aquí no hay discursos políticos y los canales directos en esto poco o nada sirven por la misma situación que tiene el sistema de salud allá”, recalcó.

Maduro impuso en un primer momento la cuarentena en siete Estados del país, incluyendo las ciudades más pobladas, Caracas y Maracaibo, y se dirigió a la Organización Mundial de la Salud y a la OPS para “propiciar la coordinación y comunicación” con Colombia. Venezuela, golpeada desde hace años por una catástrofe económica y una hiperinflación sin freno, tiene un sistema sanitario deteriorado e ineficiente. Y el impacto de la pandemia en el sector petrolero, el único que todavía sustenta la precaria economía del país, limita aún más el margen de acción de sus autoridades para hacer frente a esta crisis.

En cualquier caso, el coronavirus ha congelado de momento las prioridades de las agendas políticas y legislativas de la región e incluso ha eclipsado los escándalos que rodean algunos Gobiernos, como ha ocurrido en Colombia a propósito de la investigación de los vínculos entre un narcotraficante hoy fallecido y el Centro Democrático, el partido que sostiene al Ejecutivo liderado por el expresidente y senador Álvaro Uribe.

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