Sentencia ejemplar contra el verdugo de Aya Maasarwe, cuya muerte conmocionó al país en enero
29 de octubre de 2019 – Agencias.
Un hombre ha sido encarcelado en Australia por violar y asesinar a una estudiante árabe. La víctima, Aya Maasarwe, vivía en Melbourne desde hacía un año por un intercambio con su universidad en el momento en el que fue asesinada. Su asesino, Codey Herrmann de 21 años de edad, le golpeó con una barra de metal para después violarla y quemarla. El asesinato causó un gran revuelo en Australia que desencadenó en grandes protestas en contra de la violencia hacia las mujeres. Una juez condenó a Herrmann a un máximo de 36 años.
Herrmann, que se declaró culpable del ataque, tendrá la opción de disfrutar de la libertad condicional una vez haya cumplido 30 años de su condena. Su abogado le dijo al tribunal que su cliente merecía clemencia ya que sufría un trastorno de la personalidad como resultado de un trauma infantil. Sin embargo, la juez dijo que aunque era comprensiva, la condición mental de Herrmann era una razón más para que el tribunal se asegurara de que la sociedad estuviera protegida de él.
En declaraciones durante su sentencia el martes, la juez Elizabeth Hollingworth describió a Aya Maasarwe como a una joven amable que tenía toda su vida por delante. “Las mujeres deberían ser libres de andar por la calle solas sin miedo de ser atacadas por extraños” dijo ante el Tribunal Supremo de Victoria. El padre de la víctima pidió que su hija fuera recordada como alguien que amaba a todo el mundo independientemente de sus orígenes. Al mismo tiempo pidió al Gobierno australiano que incrementase la protección sobre las mujeres y sobre los visitantes extranjeros, y mostró su descontento por hacerse públicos ciertos detalles acerca del asesinato en contra de la voluntad de la familia.
Maasarwe fue atacada sobre la medianoche del 16 de enero cerca del campus de la Universidad de La Trobe, mientras hablaba por teléfono con su hermana. Herrmann la golpeó con una barra de metal antes de violarla. Después quemó su cuerpo en un intento de encubrir su crimen. El cadáver fue encontrado por los transeúntes cerca de una parada de tranvía a la mañana siguiente.
El primer ministro australiano, Scott Morrison, lo catalogó como un “ataque despreciable y trágico”. Una multitud de personas participaron en las vigilias en la universidad y se sentaron en los escalones del Parlamento en el centro de Melbourne como protesta. “Nada cambiará hasta que no cambiemos nosotros. Hasta que dejemos de culpar a los hombres malos mientras ignoremos las actitudes sexistas en nuestra sociedad” dijo el premier del estado de Victoria, Daniel Andrews, a raíz del asesinato.
La Comisión de Derechos Humanos de Australia ha dicho que el país tiene un “inquietante incremento de la violencia contra las mujeres”. Según cifras del Gobierno, una de cada cinco mujeres, y uno de cada veinte hombres, han sufrido actos de violencia sexual o malos tratos desde los 15 años. Melbourne, la segunda ciudad más grande de Australia, acoge grandes cantidades de estudiantes extranjeros en sus diferentes universidades. Más de 200.000 estudiantes llegaron al estado de Victoria para cursar sus estudios, según declaraciones del Gobierno.
