Salir ganadora le cambió la vida, pero no para bien
26 de junio de 2020 – Agencias.
En 2011, la vida le cambió radicalmente a una mujer de Irlanda llamada Mary Walsh, quien sin esperarlo, ganó un premio equivalente a $3,5 millones de dólares en la lotería… aunque no precisamente fue para bien.
Resulta ser que la lotería británica ofrece un servicio de asesoría para quienes resulten ganadores, y quienes desean tomarlo, les brindan apoyo para que puedan llevar de la mejor manera, su nueva vida como millonarios.
Mary aceptó ese apoyo pero recientemente decidió denunciar a la empresa, acusando al asesor que trabajó con ella de negligencia, asegurando que de su parte solo recibió consejos erróneos que hicieron que en menos de una década de haber ganado la lotería, perdiera prácticamente el 80% de su premio.
La mujer argumentó que cuando fue a cobrar su premio, los asesores le aconsejaron que si quería donarle parte del dinero a alguien, la mejor opción es que esas personas firmaran el boleto ganador, así el dinero que cada uno cobraría quedaría libre de impuestos.
Entonces, Walsh y otras 5 personas plasmaron su firma en el ticket antes de cobrarlo. Uno de ellos fue su hijastro, David Walsh, quien años más tarde terminaría demandándola, y uno de los sobrinos de su difunto esposo llamado Kevin Black.
Demandada por su hijastro
Mary desconocía que las otras personas que firmaran el billete recibirían, al igual que ella, una sexta parte del premio, por lo que la ganadora solo tuvo derecho a cobrar $570,000 dólares, en lugar de los $3,5 millones.
Ella quería darle a cada una de esas personas una cantidad de dinero diferente y por ese motivo, su hijastro decidió demandarla, ya que originalmente, Walsh solo le pensaba otorgar $210,000, cifra que David habría aceptado en un principio pero que rechazó porque su padre, antes de morir, le prometió que su esposa le entregaría la sexta parte del premio.
La justicia le dio la razón a David, por lo cual Mary entabló una denuncia en contra de la empresa de lotería porque nadie le explicó que el premio se repartiría en partes iguales. Lo peor del caso es que la compañía que organizó el sorteo en donde resultó ganadora cambió de propietario y por ende, es muy probable que su denuncia no proceda.
