El nuevo consejero delegado considera separar los activos del grupo en varias compañías cotizadas independientes
16 de enero de 2018 – Nueva York – Agencias.
General Electric está en dificultad, hasta el extremo de tener que considera desmembrar el conglomerado. John Flannery, su consejero delegado, explicó en una conferencia con analistas que se está examinando rigurosamente la estructura de la multinacional y entre las diferentes opciones estaría la de separar los activos en varias compañías que cotizaran de manera independiente.
La decisión se adoptará la próxima primavera. Si se da este paso, será el fin de GE como conglomerado. Flannery ya comentó el pasado noviembre que “todo estaba sobre la mesa” en la reorganización del grupo y que no había negocios que fueran sagrados. Ahora señala que los objetivos que tiene en mente se podrían conseguir “con diferentes estructuras” que serían independientes.
El proceso de separación de los diferentes negocios será complejo. Flannery no precisa los bloques o los activos en los que estaría pensando que podrían cotizar por separado. “Es un proceso que puede resultar en múltiples permutaciones”, comentó. Al poco de asumir el cargo de consejero delegado sí expuso que su objetivo es que la nueva GE se centre en los negocios de energía, aviación y salud.
“Hay negocios que pueden florecer por si solos si cuentan con la flexibilidad estratégica, el rigor operativo, la estructura de capital y los recursos de inversión para poder explotar su potencial”, añadió. El ejecutivo hizo el comentario en una conferencia para tratar la situación del negocio de aseguración de GE Capital, donde emergen nuevos problemas que le obligan a replantearse su estrategia.
“Estamos mirando con agresividad cuál es la mejor estructura o estructuras para maximizar el potencial de nuestros negocios”, reiteró. El rendimiento del conglomerado durante los últimos años, insiste, no hace más que reforzar su visión de que la compañía debe reconfigurarse. GE viene de recortar a la mitad el dividendo y anunció que iba a realizar desinversiones por valor de 20.000 millones de dólares.
