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General Motors anuncia una reestructuración que afectará al 15% de la plantilla

1 General Motors en Michigan
Un concesionario de General Motors en Michigan.

La compañía contempla cerrar cinco fábricas en Estados Unidos y Canadá para adaptarse a las nuevas condiciones del mercado

27 de noviembre de 2018 – Nueva York – Agencias.

General Motors, el mayor fabricante de coches de Detroit, anuncia una reestructuración en Estados Unidos y Canadá que afectará al 15% de la plantilla. Alrededor de 14.700 trabajadores se verán afectados por el plan. En concreto contempla cerrar cinco fábricas para adaptarse a las nuevas condiciones del mercado, tras tocar techo las ventas el año pasado. Con la medida se espera ahorrar 6.000 millones de dólares en costes para final de 2020, dinero que se quiere reorientar para invertir en la nueva generación de vehículos eléctricos y autónomos.

El ajuste derivado de este recorte en la producción afectará a 14.700 empleados en los dos países, en concreto en Ohio, Michigan, Maryland y Ontario. Los cierres se completarán a finales de 2019. El plan anunciado también incluiría el cese de las actividades en otras dos plantas situadas fuera de la región norteamericana. La medida afecta, así mismo, a dos fábricas que se dedican a ensamblar motores. Las plantas afectadas fabrican actualmente los modelos Chevrolet Volt, Impala y Cruze, LaCrosse de Buick y los Cadillac CT6 and XTS.

Donald Trump respondió desafiente al anuncio, que supone un fuerte revés para la región que más le apoyó en su carrera a las presidenciales hace dos años. En una entrevista con The Wall Street Journal afirmó que pidió a la dirección de GM de dejar de fabricar coches en China y establecer una nueva fábrica en Ohio que sustituya las que va a cerrar. “Mejor que lo hagan rápido”, advirtió, “les he dicho que están jugando con la persona equivocada”.

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, acudió por su parte a Twitter para decir que ya expresó su “decepción” a Mary Barra, la consejera delegada de la compañía, por el ajuste y se comprometió a ayudar a las familias que se verá afectadas por el cierre de la fábrica a las afueras de Toronto. “GM formó parte del corazón y el alma de Oshawa durante generaciones”, recordó, “haremos lo posible para ayudar a los afectados por esta noticia”.

El recorte de plantilla no se realizará solo a pie de fábrica, ya que el plan contempla reducir en una cuarta parte los cargos ejecutivos. Barra, una de las figuras más relevantes de la América corporativa, explica que estas acciones “son la continuación” de la transformación que tiene en marcha la compañía para hacer su estructura “más ágil, resistente y rentable”. La multinacional ya se desprendió de su negocio en Europa.

Barra asegura que de esta manera logrará “agilidad” para invertir en el futuro. “Necesitamos ir por delante del cambio en las condiciones del mercado y las preferencias de los consumidores”, justifica. GM empezó hace año y medio a reorientar sus efectivos hacia vehículos más grandes que el utilitario tradicional, para concentrase en coches de mayor tamaño, que ganaron en eficiencias gracias a las nuevas tecnologías.

La reestructuración obligará a General Motors a registrar cargas por valor de hasta 3.800 millones. Ford Motors atraviesa por una situación similar. James Hackett, su consejero delegado, dijo durante la última presentación de resultados trimestrales que está ultimando un plan de ajuste similar. Ya anunció que abandonaba la producción de turismos para concentrarse en modelos crossover, pickup y todocaminos.

Wall Street aplaudió el anuncio. Los títulos de GM subían más de un 6% a media sesión. Pero pese a la remontada del 14% registrada durante el último mes, el fabricante estadounidense sigue arrastrando una pérdida del 15% durante el último año. Ford Motor subía de rebote cerca de un 3,5%. En su caso el castigo de los inversores está siendo mayor y acumula una caída del 25% desde enero.

El plan de GM con esta reestructuración es conseguir que el 75% de las ventas globales se concentre en cinco arquitecturas de vehículos a comienzos del próximo decenio. Barra insiste en que es la manera de garantizar el futuro a largo plazo de la compañía. De esta manera, según los analistas de Autotrader, estaría buscando anticiparse a la próxima crisis en la industria por una desaceleración económica.

El anuncio va, sin embargo, en contra del mensaje lanzado por el presidente de EE UU, Donald Trump, que puso a la industria automotriz en el centro de sus ataques por la deslocalización de mano de obra. La política comercial del republicano, sin embargo, está creando problemas al sector porque los aranceles impuestos a China, Europa, Canadá y México están disparando los costes de producción.

GM fue de las primeras entre los fabricantes tradicionales que apostó por la electrificación de la flota de vehículos que comercializa así como en las tecnologías de conducción autónoma. Pero va a regazo de Ford Motor y Fiat Chrysler a la hora de ajustar su gama de productos. La mayor parte de las cargas por el ajuste anunciado se aplicará a los resultados del primer trimestre de 2019.

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