La nación

Las latinas fueron el blanco del plan de esterilización forzada de California durante la primera mitad del siglo XX

Sterilization protest

Unas 60.000 personas se sometieron a la anulación de su capacidad reproductiva dentro del programa de eugenesia de EE UU

22 de marzo de 2018 – Agencias.

Iris López tenía 18 años cuando en 1942 comenzó a trabajar en los astilleros Calship Yards en Los Ángeles. Construyendo los Buques de la Victoria, esta joven mexicana-estadounidense no solo colaboró con su esfuerzo durante la Segunda Guerra Mundial, sino que pudo, además, mantener a su familia.

Pero antes de que Iris se uniera a estos esfuerzos, cuando las oportunidades económicas se abrieron para mujeres y jóvenes de color, Iris había formado parte de una historia mucho menos conocida y siniestra: a los 16 años, había sido internada en una institución de California y esterilizada.

Iris no está sola. En la primera mitad del Siglo XX, aproximadamente 60.000 personas fueron esterilizadas a través de programas de eugenesia en los Estados Unidos. Diferentes leyes en 32 Estados permitieron a funcionarios públicos en instituciones, tanto de salud pública como de trabajo social, esterilizar a las personas que ellos consideraban “no aptas” para tener bebés.

California fue un líder en estos esfuerzos de ingeniería social. Entre los años 1920 y 1950, Iris y unas 20.000 personas -un tercio del total nacional- fueron esterilizadas en las instituciones del Estado de California para enfermos mentales y discapacitados.

Para mejor entender el programa de esterilización eugenésica más agresivo de la nación, nuestro equipo de investigación rastreó las solicitudes de esterilización de más que 20.000 personas. Entre otras cuestiones, queríamos determinar qué papel tuvo la raza de los pacientes en las decisiones de esterilización.

¿Qué hizo que las mujeres como Iris fueran un blanco para estas políticas? ¿Cómo y por qué se les consideró “no aptas”?

Los sesgos raciales afectaron la vida de Iris y de miles de personas. Sus experiencias sirven como un importante trasfondo histórico de los problemas sociales actuales de los Estados Unidos.

‘Ciencia de la raza’ y esterilizaciones

En el siglo XX, la eugenesia se vio como una “ciencia” y las ideas de los eugenistas fueron populares hasta mediados de siglo. Abogando por el mejoramiento de la raza humana, proponentes de la eugenesia respaldaron la esterilización de aquellos que consideraron no aptos para reproducirse.

Bajo la ley de eugenesia de California, aprobada por primera vez en 1909, cualquier persona internada en una institución estatal podía ser esterilizada. Muchos de los internados eran enviados por orden judicial. Otros eran internados por miembros de la familia que no quería o no podía cuidar de ellos.

Y una vez que un paciente era admitido, los superintendentes médicos tenían el poder legal para recomendar y autorizar la operación.

Las políticas eugenésicas fueron aplicadas con arraigadas jerarquías de raza, clase, género y capacidad. La juventud de la clase obrera, especialmente los jóvenes de color, se volvieron blanco de estas hospitalizaciones y esterilizaciones forzadas durante los años de apogeo de estas políticas.

El pensamiento eugenésico fue utilizado también para apoyar políticas racistas como las leyes contra el mestizaje y la Ley de Inmigración de 1924.

El sentimiento antimexicano, en particular, fue impulsado por teorías de que los inmigrantes mexicanos y mexicano-americanos tenían un “nivel racial inferior”. Los políticos y funcionarios de entonces, a menudo, describieron a los mexicanos como inherentemente menos inteligentes, inmorales, hiperfértiles y de inclinaciones criminales.

Estos estereotipos aparecían también en informes escritos por las autoridades estatales, que describían a los mexicanos y sus descendientes como “inmigrantes de un tipo indeseable”. Si su existencia en los Estados Unidos era indeseable, entonces también lo era su reproducción.

Latinos y latinas, en la mira

En nuestro estudio publicado el 22 de marzo nos enfocamos en el impacto desproporcionadamente alto que el programa de California tuvo en la población latina, principalmente en mujeres y hombres de origen mexicano.

Investigaciones anteriores habían examinado el sesgo racial en el programa de esterilización de California , pero el grado de este sesgo antilatino nunca había sido cuantificado formalmente. Las latinas como Iris estaban claramente en la mira para la esterilización, pero ¿hasta qué punto?

Utilizamos los documentos y formularios de esterilización encontradas por la historiadora Alexandra Minna Stern para construir un conjunto de datos de más de 20.000 personas recomendadas para la esterilización en California entre 1919 y 1953. Las categorías raciales utilizadas para clasificar a los californianos de origen mexicano estaban cambiando durante este período, así que utilizamos los apellidos españoles como un proxy. En 1950, el 88% de los apellidos españoles californianos eran de ascendencia mexicana.

Comparamos los pacientes recomendados para la esterilización con la población general de pacientes de cada institución, que habíamos reconstruido con los datos del censo. Después comparamos las tasas de esterilización entre pacientes latinos y no latinos, ajustando por edad. (Tanto los pacientes latinos como las personas recomendadas para la esterilización tendían a ser más jóvenes).

Encontramos que los hombres latinos fueron un 23% más propensos a ser esterilizados que los hombres no latinos. La diferencia era aún mayor entre las mujeres: Las tasas de esterilización de latinas fueron un 59% más altas que las no latinas.

En sus registros, los médicos repetidamente se refieren a los jóvenes latinos como biológicamente predispuestos a la delincuencia, mientras describían a las latinas jóvenes, como Iris, como “delincuentes sexuales”. Las esterilizaciones fueron descritas como necesarias para proteger al Estado del aumento de la delincuencia, la pobreza y la degeneración racial.

Impacto duradero

El legado de estas infracciones a los derechos reproductivos sigue visible hoy en día.

Así lo demuestran incidentes recientes en Tennessee, California y Oklahoma. En cada caso, las personas en contacto con el sistema de justicia criminal -a menudo gente de color- fueron esterilizadas bajo la coerción del Estado.

Justificaciones contemporáneas para esta práctica aún se basan en los principios fundamentales de la eugenesia. Los defensores argumentan que la prevención de la reproducción de algunos ayudará a resolver grandes problemas sociales, como la pobreza.

El médico que esterilizó mujeres encarceladas en California sin el consentimiento adecuado declaró que, al hacerlo, podría ahorrar dinero al Estado en los futuros costes de los servicios para “hijos no deseados”.

Los ecos de la eugenesia también se escuchan hoy en el paisaje cultural y político más amplio estadounidense. La reproducción de las mujeres latinas es a menudo retratada como una amenaza para la nación. Las inmigrantes latinas, en particular, son vistas como hiperfértiles. A menudo, sus niños son llamados por el término despectivo, “bebés ancla” y descritos como una carga para la nación.

Justicia reproductiva

Esta historia – y otras historias de abuso esterilización de mujeres negras, indígenas, inmigrantes de México y puertorriqueñas – ha tenido su reflejo en el movimiento de justicia reproductiva moderno.

Este movimiento, definido por el grupo de defensa Sister Song Women of Color Reproductive Justice Collective, se ha comprometido con “el derecho humano a mantener la autonomía corporal personal, tener hijos, no tener hijos y criar a los hijos que tenemos en comunidades seguras y sostenibles”.

A medida que la lucha por la justicia reproductiva contemporánea continúa, es importante reconocer y abordar los errores del pasado. La organización California Latinas for Reproductive Justice ha co-patrocinado un proyecto de ley que ofrece reparación económica a los sobrevivientes de los programas de esterilización eugenésica del estado de California.

“Como defensores de justicia reproductiva, reconocemos el insidioso impacto que las políticas patrocinadas por el Estado tienen en la dignidad y los derechos de las mujeres pobres de color, que a menudo son despojadas de su capacidad para formar las familias que quieren”, afirma la directora ejecutiva del grupo, Laura Jiménez.

Este proyecto fue presentado el 15 de febrero por la senadora Nancy Skinner, junto con Monique Limón, una miembro de la asamblea, y el senador Jim Beall.

Si la ley es aprobada, California seguiría los pasos de Carolina del Norte y Virginia, que comenzaron programas de reparaciones para la esterilización forzada en 2013 y 2015.

En palabras de Jiménez, “este proyecto de ley es un paso en la dirección correcta en la reparación de la violencia infligida a estos sobrevivientes.”

En nuestra opinión, la reparación financiera nunca puede compensar por la violación de los derechos humanos fundamentales de los sobrevivientes. Pero es una oportunidad para reafirmar la dignidad y la autodeterminación de cada ser humano.

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