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Los republicanos proponen una ley para acabar con la separación de inmigrantes en la frontera

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Trump habla con la prensa este martes tras reunirse con los republicanos de la Cámara de Representantes. MANDEL NGAN. AFP.

Trump desoye la presión de su partido y redobla su discurso antiinmigración al defender la polémica directiva de ruptura de familias

19 de junio de 2018 – Washington – Agencias.

Donald Trump está cada vez más solo en su partido por la separación de padres e hijos inmigrantes indocumentados en la frontera. El presidente estadounidense defendió este martes con vehemencia su política y redobló su discurso de demonización de la inmigración pese a la creciente presión de legisladores republicanos, destacadas voces conservadoras y la Cámara de Comercio de EE UU que le piden acabar con las rupturas de familias. La polémica migratoria amenaza con convertirse en un quebradero de cabeza para los republicanos y desatar una brecha interna a cinco meses de las elecciones legislativas.

Trump volvió a atribuir falsamente al Congreso la política de ruptura de familias en la frontera y también su posible solución. Insistió en su objetivo de que cualquier cambio de la ley migratoria incluya restricciones a la llegada de extranjeros y fondos para su promesa de levantar un muro a lo largo de toda la frontera con México.

Y como en días anteriores, volvió a atacar ferozmente a la oposición demócrata, llegándola a acusar de connivencia con bandas criminales, como la Mara Salvatrucha. “Los demócratas son el problema. No les importa la delincuencia y quieren que inmigrantes ilegales, sin importarles cómo de malos puedan ser, entren e infesten nuestro país, como el MS-13. No pueden ganar con sus políticas terribles, por lo que los ven como sus votantes potenciales”, escribió por la mañana en Twitter.

La presión de Trump no surtió el efecto deseado. El líder republicano del Senado, Mitch McConnell, anunció que todos los 51 senadores republicanos apoyan una propuesta de ley con un único objetivo: “mantener unidas” a familias de inmigrantes indocumentados tras ser detenidas por cruzar ilegalmente la frontera. “Vamos a solucionar el problema”, afirmó. Y avanzó que busca un acuerdo esta misma semana con la oposición demócrata. Sin embargo, el líder de la bancada progresista, Chuck Schumer, replicó que la iniciativa conservadora “no tiene sentido” al recordar que Trump puede acabar por su cuenta con la política sin depender del Congreso.

Pese a los constantes intentos del presidente de culpar falsamente a los demócratas, no hay ninguna ley que obligue a la Administración a separar a padres e hijos. Es consecuencia de la decisión en abril de la Fiscalía de presentar cargos penales a cualquier adulto que entre ilegalmente a EE UU. Como los menores no pueden ingresar en prisión, son separados. Desde abril, más de 2.000 niños han sido segregados de sus progenitores.

En paralelo, los republicanos de la Cámara de Representantes han revisado un borrador de propuesta de ley que mantendría juntos bajo custodia a aquellos padres e hijos inmigrantes si no tienen antecedentes delictivos pero durante largos periodos de tiempo, según fuentes legislativas citadas por medios estadounidenses.

Es una incógnita si ambas propuestas saldrían adelante en las dos cámaras legislativas pero evidencian el creciente consenso para atajar la crisis.

Trump se reunió por la tarde con los legisladores republicanos de la Cámara de Representantes en una cita marcada por la inmigración. La Casa Blanca dijo, sin entrar en detalles, que el presidente apoyó las dos propuestas de ley republicanas, anunciadas la semana pasada, que permiten la “detención y expulsión de familias” junto a las principales demandas restrictivas de Trump, como la construcción de un muro con México y un endurecimiento legal. En caso de que alguna de las dos iniciativas avanzara en la Cámara, no tiene ningún viso de hacerlo en el Senado, donde los republicanos necesitan al menos el apoyo de nueve demócratas.

Pocas horas antes de esa reunión, Trump volvió a culpar a las leyes de su política de ruptura de familias. “Le pido al Congreso que nos dé una tercera opción: detener y sacar con prontitud [de EE UU] a familias juntas como una unidad”, dijo en un acto empresarial. “Queremos acabar con la crisis fronteriza al recibir la autoridad legal para detener y sacarlos a todos juntos y llevarlos a sus países”.

El republicano también dibujó un paisaje apocalíptico en la frontera. La describió como “completamente abierta” y repitió su amenaza de cortar la ayuda exterior a los países centroamericanos de los que huyen los inmigrantes.

Según Trump, el Gobierno solo tiene ahora “dos opciones” ante la llegada de inmigrantes indocumentados, que pasan por liberar o detener a los adultos. La realidad es otra. Las únicas limitaciones que tiene las autoridades son leyes y sentencias judiciales. Un menor de edad, haya llegado solo a la frontera o haya sido separado de sus padres al entrar a EE UU, puede pasar un máximo de 72 horas en un centro policial. Tras ese plazo, pasa a estar bajo custodia del Departamento de Salud y Servicios Sociales, que debe buscarle una familia de acogida. Por otra parte, en caso de estar juntos, los tribunales limitan a 21 días el tiempo que una madre puede estar con su hijo en un centro de detención.

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