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México bate el récord de autos exportados a EE UU pese a la incertidumbre del TLC

planta automotriz Hyundai
Vista de la planta automotriz de Hyundai en Querétaro. CUARTOSCURO

Las ventas internas de automóviles cayeron el año pasado por primera vez desde 2009

8 de enero de 2018 – México – Agencias.

La zozobra en torno a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) no frena las exportaciones de automóviles ensamblados en México a su mayor socio comercial: Estados Unidos. En 2017, uno de los años de mayores desafíos económicos de la historia reciente del país latinoamericano, tras la llegada de un presidente marcadamente proteccionista a la Casa Blanca, más de 2,3 millones de coches viajaron del país latinoamericano a su vecino del norte, un 9% más que el año anterior. Y las previsiones de la principal asociación de fabricantes de México, la AMIA, apuntan a que la tendencia alcista se prolongará durante todo 2018 pese al notable incremento de la incertidumbre.

Tres de cada cuatro vehículos exportados por México el año pasado —y seis de cada 10 producidos— acabaron en EE UU y el 8,5% lo hicieron en Canadá. Pese a la disminución respecto a 2016, cuando el 77% de los automóviles ensamblados en el país latinoamericano fueron vendidos en agencias (concesionarios) estadounidenses y casi el 9% fueron conducidos por compradores canadienses, la cifra revela una alta dependencia del sector automotriz mexicano de sus dos vecinos del norte. En caso de ruptura del TLC, los expertos en comercio internacional apuntan a esta industria como la que más sufriría a medio plazo, aunque —siempre y cuando Washington no decretase también su salida de la Organización Mundial del Comercio (OMC), cuya normativa pasaría a regir los intercambios entre ambos países— la disrupción en las cadenas de valor transfronterizas no sería inmediata.

Pese a la todavía notable concentración de las ventas en EE UU y Canadá, los esfuerzos por diversificar la cartera de clientes parecen empezar a dar sus primeros frutos. En 2017 subieron con fuerza las exportaciones a mercados importantes como Italia (+390%, aunque desde una cifra inicial muy baja), Chile (+39%) y Alemania (+22%). Este último dato es especialmente importante, más aún por llegar en plena renegociación del Tratado de Libre Comercio México-Unión Europea (TLCUEM) y por tratarse de la cuarta economía mundial y la primera del Viejo Continente.

Debilidad de las ventas internas

La producción total de automóviles en México repuntó casi un 9% en 2017, hasta casi 3,8 millones de unidades, pero las ventas nacionales de automóviles ligeros se contrajeron en un 4,6% tras haber crecido a tasas de doble dígito en los dos últimos años y después de siete años de expansión ininterrumpida. El dato contrasta, además, con el fuerte incremento en la compra de coches registrado en los otros dos gigantes regionales: Brasil (+9%) y, sobre todo, Argentina (+22,5%). ¿Por qué se vendieron menos coches en México en 2017? El jefe de la Asociación Mexicana de Distribución de Automotores (AMDA), Guillermo Prieto, apunta dos causas: la inflación, que el año pasado escaló hasta máximos de casi 17 años y mermó el poder adquisitivo de las familias, y el aumento de tasas de interés del Banco de México para hacer frente precisamente a ese incremento de los precios y que lastró la concesión de crédito para la compra de autos.

Rechazo frontal a las propuestas estadounidenses

“La regla de origen propuesta por EE UU no solo es inaceptable: también es inalcanzable”. Así de contundente se ha mostrado el presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), Eduardo Solís, al ser preguntado por las polémicas exigencias estadounidenses en la mesa de renegociación del TLC: un aumento sustancial del porcentaje mínimo de insumos regionales que debe incorporar cada vehículo ensamblado en Norteamérica y un mínimo de contenido nacional —algo que, según los especialistas, no existe en ningún tratado de libre comercio del planeta—. “Fueron elaboradas en el escritorio de alguien que no sabe cómo se fabrican los vehículos en un mundo globalizado. Los propios fabricantes de EE UU, incluidos los propios fabricantes de autopartes [a los que, a priori, podría beneficiarles], se han opuesto: la propuesta, a todas luces, no refleja lo que la manufactura de América del Norte puede lograr y ha logrado”, ha afirmado Solís. También ha cargado también contra los números sobre los que se sustentan las propuestas de la Casa Blanca: “Utilizan las cifras de un documento de 2011 de la OCDE que no está actualizado. Un cambio estructural en la relación de América del Norte como el que representa la renegociación del TLC amerita basarse en cifras recientes”.

Solís ha desmentido, asimismo, que los Gobiernos estadounidense y canadiense hayan puesto encima de la mesa alguna propuesta de homogeneización de los salarios que perciben los trabajadores de la industria automotriz a ambas orillas del río Bravo, como se había especulado. Más allá de la alta capacitación del personal, una de las principales armas del sector en México para poder competir globalmente son los bajos sueldos que reciben los empleados de la industria manufacturera. El jefe de la patronal automovilística mexicana también ha negado que la reforma fiscal en EE UU —otros de los caballos de batalla contra los que tendrán que lidiar las autoridades mexicanas en esta primera mitad del año— vaya a afectar a la producción de automóviles en México.

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