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Tres latinas que aspiran a llegar por primera vez al Congreso de Estados Unidos

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Michelle De la Isla, Teresa Leger Fernández y Candace Valenzuela.

Perfiles muy diferentes para cambiar a Washington

13 de julio de 2020 – EFE.

Dos años después de que el Congreso de Estados Unidos lograra su mayor participación femenina en la historia, una afroamericana con raíces latinas, una abogada e hija de una pionera de la educación bilingüe y una madre neoyorquina de origen puertorriqueño sobreviviente de violencia doméstica encarnan la nueva hornada de demócratas latinas que sueñan con un puesto en la Cámara Baja.

Con experiencias de vida que inspiran, estas tres mujeres, respaldadas por el comité de acción política EMILY’s List, buscan representar a la comunidad hispana en el país, que, según el centro de investigación Pew, se espera se convierta este año en la minoría racial o étnica más grande, con cerca de 32 millones de personas con posibilidad de votar.

La voz afrolatina

Nacida en una familia afrolatina, Candace Valenzuela se vio rodeada desde pequeña de las costumbres mexicanas heredadas de su bisabuelo, un veterano de la Primera Guerra Mundial que llegó al país procedente de Durango, pero desconectada del español, una decisión tomada por sus padres para protegerla de quienes por entonces atacaban a quienes hablaban esta lengua.

“No me enseñaron porque tenían miedo de que me lastimaran”, recuerda Valenzuela, quien este martes buscará en las primarias texanas asegurar su nominación para pelear por un puesto en la Cámara de Representantes a nombre del distrito 24 de Texas.

En casa hace honor a sus raíces con sus dos hijos, a quienes bautizó Anacleto (en honor a su abuelo) y Jacinto, y preparando platillos mexicanos. En su vida pública, como integrante del Distrito Escolar Independiente de Carrollton-Farmers Branch, que sirve a su estado, ha defendido la educación bilingüe.

Este año es la única latina que se presenta para el Congreso por Texas, pero además en un momento en que la comunidad afroamericana ha renovado su impulso en Estados Unidos a raíz de las recientes muertes de varios de sus integrantes.

También es una voz latina después del tiroteo ocurrido en agosto de 2019 en El Paso -en el que murieron 23 personas-, la ciudad donde transcurrió su infancia.

“Texas realmente no ha tenido la representación que necesita durante mucho tiempo. Texas es un estado muy diverso. Tiene una enorme población latina, ha tenido una enorme población afroamericana”, agregó al apuntar que la forma en la que se ha establecido su sistema de elección ha discriminado a las minorías.

Por las minorías

En Nuevo México, otra voz latina espera llegar al Congreso. Se trata de Teresa Leger Fernández, hija de la pionera de la educación bilingüe en su estado, Manuelita de Atocha Lucero, conocida como Mela.

Esta madre de tres chicos se ha convertido en defensora de minorías, entre ellos hispanos y tribus indígenas.

Graduada de universidades como Stanford y Yale, Leger Fernández tiene más que títulos universitarios que exhibir: es superviviente de cáncer, lo que ha hecho que incluya la salud entre sus prioridades en caso de llegar al Congreso.

La riqueza cultural de su familia ha tenido un gran peso en ella. “Mi papá siempre decía que éramos chicanos”, recuerda Leger Fernández, cuyo padre, Ray Leger, fue senador estatal y también educador bilingüe.

Pero más que una herencia latina culinaria o cultural, siente “una responsabilidad de reconocer que hay mucha discriminación contra los latinos, contra los inmigrantes” y la obligación de luchar contra esta situación y de crear oportunidades.

“Esta Administración ha sido cruel e injusta contra los inmigrantes”, afirmó esta mujer, que trabajó con los Gobiernos de Bill Clinton y Barack Obama.

Y pese a admitir que el racismo ha sido usado históricamente para ganar en la política estadounidense, considera que es el momento de un cambio y de que los latinos recuerden que su voto es su voz.

“Creo que ahora estamos en un momento histórico que ofrece la oportunidad, la posibilidad, de cambiar esta trayectoria racista”, señaló.

Sobreviviente de cáncer y violencia doméstica

Lejos de Puerto Rico, donde se crió, y de su Nueva York natal, Michelle De la Isla ha encontrado en Kansas, un estado en el corazón del país, un espacio para criar a sus hijos y florecer como profesional.

Hoy es la alcaldesa de Topeka, pero el camino hasta este lugar no fue un camino de rosas. Criada mayoritariamente por sus abuelos (un italiano y una puertorriqueña) en la isla, fue madre soltera muy joven, sobrevivió luego a un cáncer de mama con 20 años y a la violencia de su pareja.

Su infancia la recuerda “extremadamente diversa”, explica, al recordar que su abuelo no perfeccionó su inglés, su abuela era principalmente hispanohablante y su mamá hablaba principalmente inglés.

A Kansas llegó buscando un futuro junto a su hijo, pero es a ese estado al que le agradece la “bondad y las experiencias”.

Fue allí donde terminó sus estudios y donde su trabajo con jóvenes de familias con problemas socioeconómicos la hizo entender que no era la única.

“Conectando esos estudiantes con cosas y encontrar que en la vida de ellos encontré yo mi voz, me cambió la vida completamente”, relata.

Fue el traslado de su entonces esposo, con quien tuvo dos hijas, lo que la llevó a Topeka, donde terminó en la Universidad de Wichita y consiguió apoyo para divorciarse y continuar.

“Y si yo no hubiese llegado a Kansas, yo no creo que la historia sería la misma, yo no creo ni siquiera que estaría viva, así que por eso es que con orgullo decidí criar a mis hijas en Kansas, porque Kansas ha sido maravilloso para mí”, afirmó.

Para los latinos que están llegando o han convertido a Estados Unidos en su hogar, su mensaje es: “Te veo y siento tu pena contigo”.

“Yo siento que es muy fácil hacer invisibles hacer a las personas que están sufriendo tanto y que entran a este país con solamente el deseo y el anhelo de proveerle a su familia algo mejor”, señaló, al lamentar que los inmigrantes sean ahora criminalizados.

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