Inmigración

Cruz Roja denuncia que se criminalice la asistencia a los inmigrantes

mujeres asistidas por cruz roja
Dos mujeres inmigrantes asistidas por la Cruz Roja en el puerto de Algeciras. JORGE GUERRERO. AFP.

La organización advierte que las políticas y la retórica de los gobiernos están minando más de un siglo de estándares humanitarios

10 de julio de 2018 – Nueva York – Agencias.

Francesco Rocca, presidente de la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, es contundente al denunciar que las políticas migratorias restrictivas están creando una verdadera crisis humanitaria. “La situación va a peor”, afirma. Las acciones y la retórica de los gobiernos criminalizando a los inmigrantes y a las personas que les asisten, añade, es “inaceptable”.

Rocca hace mención expresa a la situación de “emergencia” que se vive en el Mediterráneo por la ola de refugiados que escapan de países en conflicto en África. “A nadie se le ocurre criminalizar a un bombero por tratar de salvar la vida de alguien por un incendio en su casa”, reiteró al hablar de las operaciones de rescate en curso, “la acción humanitaria es neutral e imparcial, no hacen política”.

El presidente de la Cruz Roja insiste en que cualquier persona “tiene derecho a ser tratada con dignidad y respecto” independiente de su condición migratoria. Y advierte de que “la falta de responsabilidad moral y la retórica que utilizan los políticos” hacia los inmigrantes y los refugiados “alimentan la xenofobia, el extremismo y reacciones violentas”. “La división social es enorme”, lamentó.

La criminalización de la compasión, subrayó Francesco Rocca, es “extremadamente preocupante” y “podría minar más de un siglo de estándares y normas humanitarias”. Y en este sentido dijo que utilizar el argumento de que el rescate de inmigrantes tiene un efecto llamada es “falso”. “La gente decide desplazarse por razones muchos más profundas que esas”, apostilló.

Rocca hizo estos comentarios en el marco de las negociaciones del Compacto Global sobre Migración. Los países miembros de las Naciones Unidas acordaron hace dos años negociar un acuerdo internacional que marcara las directrices para gestionar los movimientos migratorios y de refugiados de una manera segura y ordenada. En la próxima reunión de la Asamblea General a final de septiembre se celebrará una conferencia intergubernamental para adoptarlas.

Donald Trump, sin embargo, decidió en diciembre desmarcarse del pacto. Washington considerar que ningún país y ninguna institución pueden decir a EE UU las decisiones políticas que debe tomar para mejorar la gestión de sus fronteras. Francesco Rocca reconoce este derecho, pero precisa que “un niño nunca debe ser separado de su familia”. “Esperemos que se trate solo de un momento muy triste”, añade, “la reunificación debe ser inmediata”.

La ONU también calificó de “inaceptable” que se separe a los menores de sus padres como táctica de disuasión, porque viola los derechos de los niños y su dignidad. Y aunque desde el organismo admiten que los países tienen el derecho definir sus propias políticas migratorias, urge a los gobiernos deben respetar “plenamente” la legislación internacional que protege a estas personas.

El problema, según Rocca, es que las decisiones que se adoptan en el organismo están desconectadas de la realidad. Por eso pide a los gobiernos que procedan a eliminar las barreras que impiden a los migrantes vulnerables acceder a servicios de asistencia básica y a la ayuda humanitaria que necesitan. “No hay necesidad de maltratar a la gente para tener un verdadero el control de las fronteras”, concluyó.

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