La nación

Jim Mattis, primer secretario de Defensa en visitar Guantánamo desde 2002

Guantanamo
La base de Guantánamo en una foto de archivo.

El jefe de Pentágono acude a la base en Cuba para felicitar las fiestas a las tropas, pero evita el polémico centro de detenciones

21 de diciembre de 2017 – Washington – Agencias.

El secretario de Defensa, Jim Mattis, visitó este jueves Guantánamo, la base militar estadounidense en Cuba, para felicitar las fiestas a las tropas allí desplegadas. Es el primer jefe del Pentágono que visita el centro militar desde 2002.

Mattis viajó al complejo militar en la noche del miércoles, según informó AP. El secretario limitó su visita a un encuentro cordial con los soldados y no visitó el polémico centro de detenciones ubicado en la base y donde se encuentran detenidos 41 supuestos terroristas. Por sus celdas se calcula que han pasado cerca de 800 detenidos.

Durante años, la base ha sido motivo de debate a nivel nacional. El expresidente Barack Obama aseguró que la cerraría pero la oposición en el Congreso le impidió hacerlo. Pero el demócrata sí logró la liberación de más de 150 presos a lo largo de su mandato. La Administración de Donald Trump no ha continuado esa iniciativa y hasta ahora no se ha pronunciado claramente sobre el asunto. En enero, el nuevo presidente afirmó que frenaría el traslado de presos y en noviembre, tras un atentado terrorista en Nueva York, pidió enviar al responsable a Guantánamo, demostrando que no tiene intención de clausurar el centro.

En el pasado, grupos de derechos humanos como Human Rights Watch han denunciado abusos y torturas en los presos en la base, muchos de los cuales no han sido procesados o acusados de ningún delito. Desde su apertura en 2002, Guantánamo ha sido un limbo legal de detención indefinida.

Mattis es el primer secretario de Defensa desde que lo hizo Donald Rumsfeld, el titular del Pentágono en la presidencia del republicano George W. Bush, cuyo Gobierno abrió la base como reacción a los atentados terroristas del 11-S en 2001. El fiscal general de Trump, Jeff Sessions, visitó la base en julio y mostró su respaldo a mantener el centro abierto. Es un lugar “perfectamente aceptable” afirmó con respecto a la detención de terroristas en zonas de guerra, la mayoría de ellos capturados en operaciones en Afganistán y otros países de Oriente Medio.

Uno de los problemas legales, según los críticos de la base, es la detención prolongada de prisioneros sin el debido proceso. Abogados han explicado durante años que retener indefinidamente a personas no puede ser justificado ante la ley más allá de algo temporal por una situación de guerra. Más allá de la implicación legal, expertos en contra de la manutención de la base, sostienen que sirve de propaganda para alimentar el antiamericanismo.

Al ser preguntado por Guantánamo antes de tomar posesión de su cargo en enero, Mattis dijo: “La detención a largo plazo es apropiada cuando un enemigo sin privilegios y agresivo supone una amenaza significativa para la seguridad de Estados Unidos”.

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