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Los diputados rebeldes del Brexit suman apoyos para intentar derribar a May

Theresa May

16 de noviembre de 2018 – Agencias.

Theresa May manifestó este 15 de noviembre de 2018, por la noche, su intención de seguir al frente del gobierno británico, pero varios miembros de la Cámara de los Comunes han puesto en marcha el mecanismo para poder cesarla o que se tenga que enfrentar a una cuestión de confianza (Un Brexit caótico: Los expertos analizan todos los escenarios ).

La agencia Associated Press asegura que al menos veinte parlamentarios han confirmado ya que han mandado una carta a Graham Brady, el presidente del Comité 1922 en el que están representados los conservadores que no forman parte del Ejecutivo (Brexit: Theresa May, acorralada por las dimisiones y la oposición, defiende su acuerdo con la UE).

Si recibe 48 cartas, May debería enfrentarse cuanto antes a una cuestión de confianza ( Brexit: Claves para entender la letra pequeña del ‘divorcio’ entre la UE y Reino Unido).

Este jueves dimitieron tres ministros del ejecutivo de May y en el Parlamento quedó evidenciada su debilidad (El Ibex 35 cierra la semana del Brexit con un descenso del 0,18% y se queda en 9.056,8 puntos).

Después de meses de amenazas solapadas y oscuras advertencias, el ejército pro Brexit de los partidarios de línea dura finalmente se movilizó (El oro sigue al alza ante los riesgos comerciales y del Brexit).

Su líder informal, Jacob Rees-Mogg, presentó su carta solicitando una moción de confianza a Graham Brady ( Theresa May nombra a Stephen Barclay ministro para el Brexit, pero ella se encargará de la negociación).

Donde él vaya, otros partidarios del Brexit le han seguido. El proyecto de Brexit de May -que finalmente fue publicado- era inaceptable para ellos porque hacía demasiadas concesiones a la Unión Europea. También para sus socios parlamentarios, el norirlandés DUP, que quería un Brexit duro ante el temor de que ello dé alas a la reunificación de Irlanda.

Se necesitan 48 cartas para iniciar formalmente el proceso, supervisado por Brady, que podría terminar con la expulsión de May. Siempre estuvo claro que tenían los números para iniciar una moción de censura, aunque no estaba tan claro si tenían los números para deshacerse de ella.

Las respuestas podrían surgir en los próximos días a medida que los conservadores entren en una guerra abierta. La noticia se dio a conocer cuando May defendía su plan en el Parlamento durante más de tres horas. No esperaron a escucharla antes de escabullirse para planear su hundimiento.

Rees-Mogg dijo en el Parlamento que no se estaba ofreciendo como potencial líder en lugar de May. Más bien elogió a los ministros del Gabinete que renunciaron con pocas horas de diferencia: el ministro para el Brexit, Dominic Raab, quien fue calificado de ‘impresionante’, y Esther McVey. Él predijo frente a las cámaras de televisión que el desafío de liderazgo podría concluir en cuestión de semanas.

También tuvo palabras cálidas para dos hombres que renunciaron en julio. David Davis, el primer negociador de May para el Brexit, y Boris Johnson, el exministro que fue el principal activista de la campaña para abandonar el grupo durante el referéndum de 2016.

Mientras todo ello sucede, la oposición política, encabezada por los laboristas, mantiene su ofensiva contra el plan de May y advierte de que lo rechazará en una eventual votación parlamentaria en diciembre.

En las últimas horas han aumentado los rumores de que un número suficiente de diputados conservadores puede haber escrito al presidente de su grupo parlamentario para que instigue la moción de censura.

El euroescéptico Steve Baker habría confirmado a sus compañeros de bancada que cree que el número necesario para que prospere la moción a la lideresa de su partido ya se ha alcanzado, asegura la agencia Bloomberg.

Graham Brady no ha confirmado todavía si ha recibido las 48 firmas necesarias -un 15% de la bancada conservadora- para comenzar el proceso. Si se plantea una moción de confianza, los 315 diputados conservadores votarán sobre el liderazgo de May. Si 158 eligen echarla – la opción que ahora parece menos probable, la premier tendrá que dejar el cargo de líder del partido y se convocarían unas elecciones internas para sustituirla, a las que no podría presentarse. Mientras no hubiera sustituto, permanecería como primera ministra en funciones.

En esa tesitura varios aliados políticos de la primera ministra británica salieron en su defensa ante la posibilidad de que un sector del Partido Conservador le plantee una moción de confianza que amenazaría su liderazgo. El ministro de Vivienda, James Brokenshire, dijo a la BBC que el objetivo del Gobierno es “trabajar en torno al acuerdo” preliminar de Brexit consensuado con Bruselas, que ha suscitado críticas generalizadas y la dimisión ayer de dos ministros.

Brokenshire insistió en que el borrador, que determina la salida británica de la Unión Europea (UE) y da algunas pistas de la futura relación bilateral -que Bruselas y Londres deberán acabar de decidir durante el período de transición tras el Brexit establecido hasta finales de 2020-, “ofrece un equilibrio justo” y, aunque contiene concesiones, “no parece que se vaya a sacar mucho más si se sigue negociando”. “Podríamos ir hacia atrás si intentamos hacer eso”, advirtió, y señaló que la meta del Ejecutivo debe ser ahora definir la futura relación.

El presidente del Partido Conservador, Brandon Lewis, escribió por su parte a los militantes defendiendo el pacto consensuado por May y subrayando que las opciones son este documento, “que no haya acuerdo” o “arriesgarse a que no haya Brexit”. El expresidente Grant Shapps dijo a su vez que “no es el momento de plantear una moción de confianza” a la primera ministra y opinó que, de llevarse a cabo, “Theresa May la ganaría”.

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