Editorial

Afganistán “déjà vu” 20 años después

Afganistán “déjà vu” 20 años después

20 de agosto de 2021 – por: El Director.

¿Si usted piensa diferente a mí, eso le da derecho a obligarme a pensar como usted?

Puede que, a la luz de su discernimiento, mi forma de pensar y actuar este equivocada, pero…, lo mismo puedo yo pensar de la suya, entonces ¿Quién puede declarar abiertamente, con toda seguridad, que es el dueño absoluto de la verdad?

Todo pensamiento es un juicio. Sólo su juicio es verdaderamente verdadero. No puedes juzgar la virtud o el error de otra persona, sólo el suyo. Por lo tanto, no es el error sino el juicio lo que es perjudicial. Para ser bueno, debe comprender la naturaleza de lo bueno; para ser grande, debe comprender la naturaleza de lo grande; para ser único, debe comprender la naturaleza de lo único. Esto puede ser difícil cuando sus propios pensamientos y sentimientos no son siempre blancos o negros, pero es esencial si quiere progresar en el desarrollo de sus capacidades… Si piensa de forma diferente a la mía, ¿le da eso derecho a obligarme a pensar como usted?

No, no eso no le da ningún derecho; sin embargo, no siempre eso es cierto, depende de lo que envuelve su forma de pensar y las consecuencias de ello en el macrocosmo.

Primero. No puedo declarar con certeza que mi manera es la correcta. No porque no quiera, sino porque no sé lo suficiente sobre el tema. Es porque no estoy al tanto… y el conocimiento es poder. El conocimiento no es el resultado de la perspicacia personal, sino de la acción colectiva. Proviene de la diversidad de puntos de vista y del análisis de la experiencia. No tiene que gustarle, ni tiene que estar de acuerdo con ello (no sin enfadarse antes, eso seguro).

Pero, mirémoslo desde otra perspectiva, seguramente actuaría de forma muy diferente, si pudiera obligar a otras personas a pensar y actuar de acuerdo con lo que usted siente, ¿no lo haría? Por ejemplo, si pudiera hacer que todo el mundo creyera que la crisis del cambio climático es real y urgente, ¿no lo intentaría? Por supuesto que sí. Le interesa hacerlo; al fin y al cabo, si todo el mundo cree que el calentamiento global es un problema grave, se dedicarían menos esfuerzos a combatirlo, e incluso podría empeorar mucho antes de mejorar…

Mirando mas de cerca, muchas personas creen en la vacuna contra Covid-19 y piensan y declaran a viva voz que la causa del aumento de los contagios por Covid-19 y sus variantes, son causa directa de los no vacunados y quieren imponer su pensamiento, no dudan que tienen la verdad, sin embargo, si preguntamos a los que no están de acuerdo, ellos arguyen con muchísimas explicaciones con las que refuerzan que las vacunas no son la solución, que son mentiras, que…, y es su verdad, no ha sido fácil convencerlos, a pesar de que un alto porcentaje de los contagiados corresponden a los no vacunados.

Este par de ejemplos nos muestran que la forma de actuar y pensar de cada uno de nosotros o de un gran colectivo, que cree en lo mismo que yo en temas como la salud, el medio ambiente, la política, la religión, etc., están asidos a la verdad (mi verdad) las discrepancias van de uno al otro extremo, de blanco a negro y conciliar los extremos es casi imposible.

Esto nos lleva a pensar otro hecho que actualmente ocurre en el mundo: Afganistán

Allí se llegó, por razones diferentes, se quiso, aunque ahora se afirme lo contrario, de cambiar la forma de gobierno, de pensamiento…

Y todos vemos que fue un tremendo fracaso, en su manera de pensar cada uno de los involucrados tenía su propia verdad (y sus intereses) pero luego de dos décadas, no se pudieron imponer ni la forma de actuar ni de pensar de los grupos que lucharon por hacerlo, hoy vemos que todo está regresando al punto de partida hace 20 años, como un “déjà vu” con un plus diría yo; ahora tienen las fuerzas de Afganistán (Talibanes) que lucharon contra los países que ocuparon su nación (posiblemente con el mejor de los propósitos…, sus propósitos) más experiencia, más armamento, más entrenamiento y más… odio.

Y aquí cabe preguntarnos ¿Cómo pudo un grupo, aguantar por dos décadas el asedio de otros ejércitos muy bien armados y con gran tecnología? ¿De donde sacaron su armamento para repeler los ataques?, ¿Quién o quienes los financiaron? Seguramente muchos ya conocen las respuestas y aquí, es mejor no entrar en discusiones políticas, geopolíticas y menos religiosas.

Ustedes pueden dar su opinión, comente con sus amigos y verán que son diferentes las respuestas y entonces, ¿Quién tiene la verdad?

 

El Director
Ing. Jairo Vargas
[email protected]
Latino News, LLC

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