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Italia registra un nuevo récord, con 919 muertos en un solo día

ataudes en Italia
Soldados italianos con trajes protectores transportan ataúdes desde Bérgamo al cementerio de Cinisello Balsamo, cerca de Milán.

En las últimas 24 horas se han contabilizado 969 fallecidos por coronavirus en el país transalpino

27 de marzo de 2020 – Roma – Agencias.

Italia ha registrado un nuevo récord de muertos por coronavirus en un solo día. Del jueves al viernes, se han contabilizado en este país 969 fallecidos. Ahora bien, esta cifra dada por Protección Civil incluye 50 muertos del jueves en la región de Piamonte que no habían sido contabilizados porque los datos no llegaron a Roma a tiempo. En total, el balance de defunciones por la pandemia asciende a 9.134, más víctimas que España y China juntos.

Desde que se originó el brote el pasado 21 de febrero, se han contagiado 86.498 personas, por lo que el país transalpino ha superado también este viernes en número de casos a China y se sitúa solo por detrás de Estados Unidos. Según Protección Civil, en las últimas horas ha habido 4.401 contagios más, una cifra ligeramente inferior a la del día anterior.

Los expertos señalan que aunque la cifra de infectados continúe creciendo algunos días, lo hace a un ritmo más lento que la semana pasada y relativamente estable. “El hecho relevante es que a partir de los días 19-20 de marzo el número de nuevos casos notificados disminuye, la curva parece atenuarse”, ha dicho Silvio Brusaferro, presidente del Instituto Superior de Sanidad. Y ha explicado que no se ha alcanzado aún el pico: “Tenemos signos de desaceleración que nos hacen suponer que estamos cerca, significa que las medidas tomadas están teniendo efecto, podríamos llegar al máximo de nuevos contagios en estos días” ha señalado. También ha alertado de que no es el momento de bajar la guardia ni pensar en aligerar las restricciones. “No debemos ilusionarnos con que una disminución de la difusión pueda llevarnos a una reducción de las medidas que hemos adoptado”, ha apuntado.

El presidente del Consejo Superior de Sanidad, Franco Locatelli, ha advertido de que las medidas de aislamiento deberán prolongarse, aunque no ha especificado ningún plazo. “Si tuviéramos que decidir con los datos de hoy, creo que es inevitable prolongar las medidas, porque no estamos en una fase de marcado declive [de los contagios] sino que estamos ante una importante contención”, ha señalado. Y ha añadido: “No prolongar las medidas de aislamiento sería contradictorio con los mensajes que hemos dado hasta ahora”.

Brusaferro ha explicado además que en el país hay diferentes realidades, ya que mientras la mayor parte de los contagios se registra en el norte y en particular en Lombardía, la circulación del virus todavía es limitada en el sur. “El objetivo es que esas áreas no se conviertan en zonas rojas” ha señalado Brusaferro.

El hecho de que en el sur la incidencia del virus haya sido menor es un cierto alivio para las autoridades ya que las infraestructuras sanitarias del sur son mucho más precarias que las del norte. Según los datos publicados el viernes por el Instituto Superior de Sanidad, y actualizados con fecha del 26 de marzo, en todo el país hay 6.205 sanitarios infectados, lo que supone el 9% del total de casos. En total han fallecido 51 profesionales de la sanidad que se habían contagiado de coronavirus.

En Lombardía, la región más afectada que concentra 37.298 de los 86.498 casos totales, el jueves se registró un repunte de contagios, con 2.500 más, mientras que el viernes hubo 2.409 nuevos infectados, contabilizados también con el sistema que se aplica en todo el país basado en las cifras netas, sin contar decesos y pacientes curados. El gobernador Attilio Fontana, que se había declarado “preocupado” por una posible nueva escalada, ha explicado que las cifras elevadas del jueves se deben a un retraso de los laboratorios a la hora de procesar las pruebas y enviar los resultados. “Hay que hacer la media de al menos cinco días para tener una visión completa”, ha dicho Fontana.

El papa Francisco rezó este viernes por el fin de la pandemia en una plaza de San Pedro completamente vacía y bajo una fuerte lluvia. “Densas tinieblas han cubierto nuestras plazas, calles y ciudades; se fueron adueñando de nuestras vidas llenando todo de un silencio que ensordece y un vacío desolador que paraliza todo a su paso: palpita en el aire, se siente en los gestos, lo dicen las miradas. Nos encontramos asustados y perdidos”, lamentó Francisco. Y añadió: “La tempestad desenmascara nuestra vulnerabilidad y deja al descubierto esas falsas y superfluas seguridades con las que habíamos construido nuestras agendas, nuestros proyectos, rutinas y prioridades”.

El Papa presidió “un momento extraordinario de oración en tiempos de epidemia” e impartió de forma extraordinaria la bendición Urbi et orbi, a la ciudad y al mundo, reservada tradicionalmente para la Navidad, la Pascua y la primera aparición pública de un pontífice después de su elección. Como medida de prevención, Francisco celebra todos sus actos a puerta cerrada, sin la presencia de fieles y sus oraciones y discursos se retransmiten en directo a través de los medios vaticanos. En la Ciudad del Vaticano, donde viven unas 500 personas, hay actualmente 4 casos de coronavirus confirmados.

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