México

Pemex perdió más de 17.000 millones de dólares en 2017, un 75% más que el año anterior

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Logo de Pemex. Carlos Jasso. REUTERS.

La mejora operativa de su negocio no es suficiente para compensar el mayor coste del endeudamiento y el impacto negativo del cambio de normativa contable

27 de febrero de 2018 – México – Agencias.

El punto de inflexión en las cuentas de Pemex tendrá que esperar. La petrolera estatal mexicana perdió 333.000 millones de pesos (17.747 millones de dólares) en 2017, un 74% más que un año antes, en buena medida por el impacto del cambio de la normativa contable mexicana a la internacional (IFRS) sobre sus activos fijos y el mayor coste de la deuda, que siguió escalando en el ejercicio pasado. En 2016 las cuentas de la petrolera habían arrojado unas pérdidas un 60% menores que un año antes.

El rubro de “impuestos y derechos”, al que afectaron los citados cambios en la normativa contable, pasó de 265.000 millones en 2016 a 388.000 millones en 2017, según la información publicada este lunes por la firma mexicana de hidrocarburos, y lastró el resultado total. La deuda financiera también siguió aumentando el año pasado: un 2,8% respecto al cierre de 2016. El 83% de los más de dos billones de pesos que debía Petróleos Mexicanos a 31 de diciembre de 2017 estaban denominados en dólares y el 2,5% en euros, por lo que cualquier fluctuación en el tipo de cambio afecta positiva o negativamente a la evolución de esta partida vital para la compañía que dirige Carlos Treviño desde finales de noviembre.

En términos puramente operativos, aunque el resultado fue peor que en 2016 (rendimientos de 107.000 millones de pesos frente a 424.000), Pemex logró su segundo año consecutivo de números negros tras una etapa de grave crisis. El resultado bruto de explotación (Ebitda) fue de 419.300 millones de pesos, un 75% mejor que en 2016 gracias al tirón de los ingresos (+30%). Las ventas tuvieron dos motores: el precio más alto de los carburantes vendidos, que compensó la caída del 3% en el consumo de combustible en el país norteamericano, y la subida del 29% en el valor de las exportaciones gracias, también, a la recuperación del precio del crudo en los mercados internacionales.

Producción de crudo en mínimos

Los bombeos de petróleo cerraron 2017 en 1,95 millones de barriles diarios, su cifra más baja en más de dos décadas, con una proporción creciente de crudo pesado (ya supone el 54% del total, tres puntos porcentuales más que en 2016), el que peor salida tiene en el mercado internacional. El peso del yacimiento de Cantarell, la gallina de los huevos de oro en las décadas de los setenta, ochenta y noventa, sigue menguando: el año pasado solo se extrajo de él el 9% la producción total frente al 46% de Ku-Maloob-Zaap, también frente a las costas de Campeche pero descubierto posteriormente.

“Este año, las cuentas de Pemex son todavía más difíciles de analizas por los cambios metodológicos, contables”, apunta Fluvio Ruiz, ex consejero de la petrolera estatal. “No es tanto un mal resultado operativo -en ese aspecto los números son mucho mejores que el año anterior, en parte por la nueva regulación de los precios de la gasolina-, sino por el muy grueso cambio de metodología”, agrega.

Pemex se divide, en realidad, en muchas Pemex -Exploración y Producción, Transformación Industrial, Etileno, Fertilizantes, Logística…-, pero las dos primeras suponen el grueso de su resultado anual. La división de Exploración y Producción sigue en plena metamorfosis tras la reforma energética, que ha abierto el sector a la iniciativa privada en los pozos petroleros mexicanos. Por su parte, Transformación Industrial -sobre la que recae toda la responsabilidad del proceso de distribución y comercialización de la gasolina- vio truncada su buena marcha en la primera mitad del año con el huracán Harvey. “El cierre de muchas refinerías en Texas obligó a comprar gasolina en Rotérdam (Países Bajos), Singapur y la India, con precios del flete y de la molécula más altos”, cierra Fluvio Ruiz.

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